¿Pero qué son las enzimas? El cocinado puede destruirte
del 40 al 80 por cien de las proteínas aprovechables en la mayor parte de los
alimentos, pero a esto hay que sumar que la mayor parte de los alimentos
cocinados penetran en el estómago a temperaturas de más de 40º C, y este
calor destruye algunas de las enzimas gástricas necesarias para la digestión.
Por si fuera poco, los líquidos ingeridos en una comida retrasan también la
digestión de las proteínas, reduciendo la concentración de jugos gástricos.
El hecho de servir alimentos proteínicos en la misma comida acompañados de
otros alimentos incompatibles como grasas, dulces, almidones o féculas,
inhibe todavía más la digestión a causa de que cada uno de estos alimentos
necesita diferentes jugos gástricos y enzimas para su asimilación. Cuando se
ha ingerido una gran cantidad de alimentos en una comida, muchos de estos no
son digeridos sino que se descomponen en el interior del tubo digestivo…La
“leucocitosis” digestiva ( el aumento excesivo de corpúsculos blancos en la
sangre ) es la mayor prueba de que solo el alimento crudo es perfecto para el
ser humano.
Kouchakoff demostró que el alimento crudo, en su forma
natural, no cocinado no origina leucocitosis y que el alimento cocinado es la
causa del excesivo aumento de glóbulos blancos en la sangre.
Los corpúsculos
blancos son la defensa del organismo “orgánica” de la sangre que
previene la infección y la intoxicación de la misma. En cualquier estado
patológico, incluyendo la intoxicación del sistema digestivo por medio
de alimentos cocinados u otros materiales tóxicos, estas células blancas
aumentan de 5 a 6.000 por milímetro cúbico a 7, 8 o 9.000 por milímetro
cúbico. El doctor Kouchakoff descubrió que se podían dividir sus
hallazgos en cuatro grupos distintos, según su reacción en la sangre:
|
1-Un alimento crudo no produce incremento en células
blancas.
2-Alimentos corrientes cocinados producen la leucocitósis.
3-Alimentos cocinados a presión producen más grave
leucocitósis que los alimentos cocinados sin presión.
4-Los alimentos manufacturados son los más dañinos
tales como el vino, el vinagre, azúcar blanca, jamón.
|
Kouchakoff no era vegetariano. Con todo, sus
descubrimientos mostraron que, para evitar la leucocitósis, la carne fresca
debería ser ingerida cruda, cosa que es desagradable para el ser humano. La
carne preparada o procesada, cocinada, ahumada o salada, producía las
reacciones más violentas equivalentes al grado de leucocitósis ( incremento de
células blancas ) puesto de manifiesto en un envenenamiento. Este descubrimiento
de la incrementada actividad de muchos de éstos no son digeridos sino que se
descomponen en el interior del tubo digestivo...
¡Todo
alimento que no se digiere a la perfección se transforma en un veneno!
|
El Dr. Bircher Benner escribió a propósito de las enzimas:
“Conocemos casos de enfermos aquejados de una incapacidad
digestiva tan radical que de no ser alimentados intravenosamente estaban
condenados a la inanición, y que han podido salvarse nutriéndose gracias a
un régimen de alimentos crudos triturados y sus jugos, que casi se digerían
por sí mismos, hasta el punto de ser absorbidos y utilizados fácilmente. Como
el régimen crudo contribuye al mismo tiempo a la regeneración de las mucosas y
las glándulas digestivas, esos enfermos han podido encontrar su salud sin
apenas otro tipo de intervención.”
Las enzimas de los alimentos crudos, por ser muy ávidas
de oxígeno, lo absorben en el canal intestinal, creando así un medio anaerobio
esencial para la prosperidad de una flora intestinal simbiótica y sana. Por
otro lado la instauración de la bacteria, favorecida por los comestibles
cocinados, ocasiona numerosos trastornos, pues, por ejemplo, las bacterias patológicas
consumen para sus propias necesidades hasta más de treinta veces las calorías
que necesitan las bacterias simbióticas ( estudia el modo de corregir la
disbacteria con el sauerkraut” )
Son demasiado numerosos los experimentos que demuestran
que la cocción de nuestros alimentos destruye el verdadero valor nutricional de
éstos y luego destruye al que los consume como para cerrar los ojos ante la
realidad: incluso se ha
intentado criar terneros con solo leche pasteurizada y fue un desastre total,
puesto que los animales se volvían anémicos muy rápidamente, mientras que
los otros terneros testigos se encontraban de maravilla con leche cruda del
mismo origen.
El
Dr. O. Stiner y otros investigadores en Estados Unidos alimentando
exclusivamente con alimentos cocidos o refinados obtuvieron en conejillos
dientes tan blandos que pudieron ser cortados con tijeras, como asimismo
varias enfermedades mortales y hasta degeneraciones cancerosas.
|
Podríamos seguir citando cientos de estos horribles y
mostruosos experimentos, pero creo que éstos serán suficientes. Sólo quiero
que no creas que tú puedes ser distinto a esos inocentes animales y en
consecuencia puedas escapar a los efectos de una mala dieta. Estos resultados se
han obtenido igualmente en el ser humano.
Así por ejemplo fue demostrado que los factores necesarios
para la formación de sangre de calidad se hallan ausentes en los alimentos
cocinados. El Dr. Koratsune, investigador japonés, observó en 1951 que
mientras comía arroz integral no cocinado y rábanos crudos, espinacas, col
rizada y patatas crudas gozaba de una excelente calidad de sangre, aun cuando
la dieta resultaba demasiado monótona y pobre en proteínas y calorías. Sin
embargo, tan pronto como se alimentaba con la misma cantidad de alimentos vegetarianos
cocinados comenzó a experimentar síntomas de edema y anemia... pero a nosotros
higienistas no nos hacen falta tales experimentos para saber cuál es el
camino correcto para la salud y la vitalidad. Nos basta con ver cómo mejoran,
se revitalizan y regeneran aquellos enfermos que deciden dejar de destruirse a
sí mismos con una pésima dieta y adoptan la dieta higienista ortotrófica.
Nunca comas nada cocinado en cualquier forma sin acompañarlo
del doble de alimento crudo. Y si tienes que escoger en alguna ocasión entre
dos platos elige siempre el de crudo, vivo, y olvídate del cocinado, muerto.
La
leucocitósis digestiva es la mayor prueba de que sólo el alimento crudo
es perfecto para el ser humano
|
Las temperaturas críticas a las cuales el alimento se
convierte en “patológico”,
produciendo síntomas de leucocitósis, varían de un alimento a otro. por
ejemplo, las zanahorias a 95º C;
las patatas a 92º C; e inclusive
el agua calentada sobre los 86º C.
Pero lo más importante es que Kouchakoff halló que una
dieta de predominio en alimentos crudos compensaba los efectos adversos de pequeñas
cantidades de alimentos cocinados, de tal manera que no producen la leucocitósis.
La mayoría de las personas pueden tolerar una dieta a base de un 80 por cien de
alimentos crudos naturales con un 20 por cien de alimentos cocinados, en forma
de tubérculos al horno, pan dextrinado y cereales, etc., aunque con fines
curativos y regenerativos es necesario e ineludible adoptar una dieta
totalmente crudívora el tiempo que sea necesario.
Las experiencias científicas del Dr. P. Kouchakoff demostraron
que los alimentos cocinados por encima de los 100º C suscitaban la leucocitósis
digestiva con multiplicación en la sangre del número de leucocitos (glóbulos
blancos), únicamente porque consumir alimentos cocinados es anormal y
antifisiológico, pero por suerte la leucocitósis es reversible en las horas
siguientes. siempre que los alimentos
no sean demasiado tóxicos.
Es
importante que comprendas que TODO
AUMENTO DE LA TASA DE LEUCOCITOS EN LA SANGRE INDICA UN ESTADO DE DEFENSA
CONTRA UN INVASOR, CONTRA UN VENENO O UN TOXICO.
|
Todo ocurre
de hecho porque el alimento cocinado es recibido en el acto como un cuerpo
extraño, y por lo tanto provoca una respuesta inmediata de los
anticuerpos leucocitarios. En casos de comestibles verdaderamente tóxicos
«los macrófagos» en primera línea de defensa tratan de absorber
( por fagocitosis) las moléculas peligrosas como si se tratase de
microbios o virus. Los linfocitos intervienen después para el
transporte de los elementos nutritivos recuperables, su oxidación, su
utilización por el metabolismo y su eliminación final.
|
Estos hechos han sido expuestos con maestría por el Dr.
Henry G. Bieler en su libro «Food is your best medicine»
( Los alimentos son tu mejor medicina ) publicado en 1.966 en los EE.UU.,
en él el doctor Bieler hace referencia a los primeros trabajos del doctor
William Baumont, del siglo pasado, cuyo libro es muy difícil de encontrar, y
expone sus propias investigaciones publicadas en diciembre de 1.928 en el «Journal
of Laboratory and Clinical Medicine».
Tanto la
tesis del doctor Bieler como la del doctor Kouchakoff no han sido nunca
refutadas. Según el doctor Bieler, al momento de la digestión de los
alimentos, los linfocitos son enviados en el circuito linfático desde el
bazo, hacia el intestino delgado donde se efectúa el pasaje de los
elementos útiles hacia los circuitos de distribución a los tejidos.
Estos pequeños linfocitos (
por oposición a los grandes linfocitos del timo ) transportan los
elementos nutritivos por el canal torácico hasta el nivel del cuello
donde están vertidos en la vena subclavia, precisamente por encima del
punto donde los productos de secreción de la glándula tiroides son
vertidos en la misma vena. Los aminoácidos reciben entonces un átomo de
yodo que les permite ser reconocidos por las células como asimilables y
utilizables para su crecimiento y reproducción como los ladrillos de
construcción para las propias proteínas del organismo.
|
Los linfocitos transportadores pueden atravesar paredes
capilares o de tejidos por el fenómeno denominado “diapédesis amibioide”,
por el cual se introducen entre las membranas de las células sin romperlas.
Por este procedimiento, donde el leucocito actúa como una
ameba independiente, se puede explicar cómo gruesas moléculas tal como la
clorofila, pueden ser pilotadas a través de las mucosas del sistema digestivo y
volver a encontrarse rápidamente en la circulación. Después de haber
cumplido su misión de transporte de los alimentos hacia las células, los
linfocitos vuelven al bazo, donde son desintegrados o devueltos hacia las
vellosidades del intestino para un nuevo ciclo de trabajo. Los linfocitos, además
son normalmente puestos a contribución en períodos de crecimiento
( la linfocitosis infantil ) y en caso de heridas de tejidos. El doctor
Bieler estima que la saturación de los linfocitos
( en aminoácidos a transportar y en yodo concomitante de
reconocimiento ), puede conducir a un desorden inmunológico tal que las células
no puedan ejercer el rechazo y se multiplican proliferando, por lo que se llega
al cáncer. Las investigaciones sobre los marcadores
( H. L. A.. por ejemplo ) permitirán quizás explicar el fenómeno. Pero
parece cierto que la leucocitósis y la linfocitósis digestiva sean solamente
respuestas de orden inmunitario (de defensa) a la invasión periódica del
organismo por sustancias químicas extrañas.
Las experiencias del doctor Kouchakoff sobre la leucocitósis
digestiva ilustran sobre todo la influencia de una DEGRADACION TERMICA por
la cocción de los cuerpos químicos introducidos en el organismo, y que les
acerca así hacia el estado de sustancias minerales inorgánicas, de toxinas y
de sustancias muertas. No se debe olvidar que la diferencia entre materia orgánica
y mineral radica solamente, no en la fórmula molecular, sino en la disposición
arquitectónica de los átomos en las moléculas, lo que es puesto en evidencia
por estereoquímica:
Las moléculas
orgánicas desvían la luz polarizada en una dirección diferente de
las moléculas minerales. Esta diferencia puede parecer a primera vista
muy sutil, pero no por ello es menos importante, pues es de hecho la que
separa la vida de la muerte. Como lo escribe el Dr. Mc Kim Marriot en
“Recent Advances in Chemistry in Relation to Medical Practice”:
“la diferencia química entre la vida y la muerte es más pequeña
que la diferencia entre el agua del grifo y el agua destilada”
|
Donders (
tesis de Syrenski ) observó el primero en 1.846 un aumento del número de
leucocitos después de una comida. En 1.859 Virchow dio a este fenómeno el
nombre de “leucocitósis fisiológica digestiva”, estimando que era normal.
En 1.876, Grancher ( Gaz. Méd.,
París, 27 ) demuestra que se trata de un fenómeno puramente individual, que no
ocurre siempre. En 1.878, Dupérié muestra en su tesis que la leucocitósis es
particularmente pronunciada después de la ingestión de leche. Hoffmeister,
en 1.889, muestra que los linfocitos transforman en albúminas las peptonas
producidas por la digestión y las distribuyen al organismo; pero que, después
de una comida rica en proteínas, hay un aumento considerable de leucocitos en
las paredes del intestino.
La tesis del doctor Kouchakoff dice que si la naturaleza
aseguraba al hombre primitivo todo lo que era necesario a su salud, hoy en día
consumimos cada vez más productos concentrados, preparados industrialmente y
completamente modificados bioquímicamente, sin preocuparnos de su modo de
asimilación.
El
“citodiagnóstico” del doctor Kouchakoff ha sido desarrollado para
tratar de medir, según las variaciones cuantitativas
( número de glóbulos ) y cualitativas
( fórmulas leucocitarias ), la influencia de los alimentos
cocidos sobre el organismo humano.
|
CON
ALIMENTOS CRUDOS Y NATURALES NINGUNA VARIACION NOTABLE OCURRE, NI EN EL
NUMERO NI EN LA REPARTICION DE LOS GLOBULOS BLANCOS !
|
Esta constancia sanguínea por la alimentación cruda ha
sido verificada para las frutas, las hortalizas, los cereales germinados, la
miel cruda, la leche cruda y el yogourt, los huevos frescos, la carne cruda y el
agua.
Por el contrario
un alimento cocido provoca una reacción violenta y duradera. Este primer
resultado fue afinado por controles sobre la temperatura de cocción:
se constata que toda temperatura superior a la de la ebullición
del agua ( 100º C según la
altutid o presión atmosférica ) basta para desencadenar la reacción
de hiperleucocitosis.
|
Calentado al baño María
( hasta 87º C ) ningún
alimento sano provoca un fenómeno leucocitario, lo que no quiere decir que sea
todavía perfecto puesto que sí habrá un detrimento de las enzimas, vitaminas,
etc.
Aunque las enzimas sean destruidas a partir de los 60º C
aproximadamente, la materia orgánica conserva algunas propiedades que, según
el análisis efectuado por el organismo, le permite ser digerida sin
movilización leucocitaria general. Parece no obstante que desde la temperatura
específica máxima tal como Kouchakoff la ha medido, el alimento está
“muerto”, es decir, degradado de su estado orgánico al de mineral.
Las temperaturas críticas de los alimentos varían pues en
un intervalo de 10º C, el elemento
más sensible (87º C) el agua seguido por la leche y los huevos
( 88º C ), mientras que por ejemplo zanahorias, melones y nueces
resisten hasta 97º
C. Hemos de considerar que la mezcla de alimentos crudos con alimentos
cocidos permite disminuir en general la reacción leucocitaria.
PERO SI LOS
ALIMENTOS HAN SIDO CALENTADOS BAJO UNA PRESION SUPERIOR A LA PRESION ATMOSFERICA
( OLLAS A PRESION ) YA NO PUEDEN SER CORREGIDOS POR LOS PRODUCTOS
CRUDOS
|
La conclusión del doctor Kouchakoff es que la modificación
de la fórmula sanguínea (
cuantitativa y cualitativamente ) observada después de cada comida cocida
debe ser considerada como un fenómeno patológico. Esto demuestra que el
organismo entra en situación de defensa y de combate porque estas sustancias
muertas no pueden ser normalmente asimiladas.
La formación de residuos tóxicos a eliminar por el hígado,
o, si el caso lo requiere, por el vómito, la diarrea o una fiebre de oxidación.
El reconocimiento y el rechazo de los elementos extraños
al organismo es muy rápido, como en el caso de todo veneno:
basta con esperar tres o cinco minutos para constatar clínicamente la
leucocitosis. No se trata por consiguiente de una formación de leucocitos,
sino de una “movilización casi inmediata" de todos los que se
encuentran repartidos en los tejidos a la espera de alguna eventual agresión.
Imaginar lo que supone para el organismo luchar esta batalla contra el alimento
muerto varias veces al día en el interior de nuestro sistema como campo de
batalla... una vez llegado a este punto el doctor Kouchakoff continuó con sus
experiencias, y el único modo de hacerlo era aplicar a la dieta estos
principios.
TODOS
LOS EXAMENES MORFOLOGICOS DE LA SANGRE HAN MOSTRADO DESPUES DE UN
REGIMEN CRUDO UNA NETA TENDENCIA HACIA LA NORMALIZACION
|
LO
QUE SI ES IMPORTATE ES QUE SIEMPRE SE CONSUMA EL DOBLE DE ALIMENTO CRUDO
QUE DE COCINADO EN CADA COMIDA, esto compensa la leucocitosis pero no
obstante no excluye otras degradaciones del alimento, como las pérdidas
enzimáticas y vitamínicas, no reveladas por el citodiagnóstico del doctor
Kouchakoff
|
Como curiosidad apuntaremos que la cocción es más sana a
1.500 metros de altitud porque el agua hierve a 95º C. Es importante estar
advertidos del peligro de los utensilios de cocina como los de barro
esmaltados con plomo y los de aluminio. Este último es fuertemente atacado por
los productos alimenticios y puede acarrear graves intoxicaciones lentas del
organismo ( Spina, THE CLINICAL
ASPECT OF CHRONIC POISONING BY ALUMINIUM AND ITS ALLOYS, London, 1.933;
Pfeiffer, L'EQUILIBRE PSYCHOBIOLOGIQUE ET OLIGO-ALIMENTS, Debard, París,
1.982 ).
Tampoco se deben dejar las comidas cocinadas sobrantes para
una comida posterior. El pan debe ser integral y elaborado con levadura natural.
La mantequilla debe ser cruda. Los huevos deben ser fértiles y lo más
frescos posible, lo ideal es ingerirlos crudos o ligeramente pasados por agua, o
en todo caso duros o en tortilla pero nunca jamás fritos. Los aceites deben ser
prensados en frío y sin refinar. La miel también debe ser cruda.
Lo más importante es ingerir siempre el doble de
vegetales o frutas crudos que de alimentos cocinados. El doctor Kouchakoff
aconsejaba a aquellos que no podían hacer la dieta a la perfección el hacer al
menos una comida al día sin leucocitosis, es decir, totalmente cruda, con el
fin de dejar al cuerpo un reposo leucocitario de 12 a 16 horas por día.
En un medio
ambiente natural y libre de contaminación, stress y hábitos nocivos como
el fumar, las necesidades naturales de vitaminas en nuestro organismo son
mucho menores que cuando estos factores actúan. En realidad estos
factores artificiales aumentan enormemente nuestros requerimientos de
vitaminas, más allá de lo previsto por la naturaleza en unas condiciones
normales y biológicas de vida.
|
Debemos tener siempre presente que los nutrientes
disminuyen durante el período de almacenamiento y de transporte. La exposición
a la luz y al calor disgrega las sensibles moléculas de las vitaminas; de
hecho, las destruyen y no es posible regenerarlas. Las vitaminas antioxidantes,
especialmente la E, se destruyen en contacto con el oxígeno del aire. Algunos
nutrientes son volátiles y se evaporan durante un secado normal.
Los alimentos como germinados de semillas y aceite de
germen de trigo deben se utilizados como suplemento natural. Muchos de los
contaminantes como por ejemplo los utilizados en la agricultura, sólo pueden
ser neutralizados con dosis de vitamina C cientos de veces más altas de lo que
calculó la naturaleza cuando aún evolucionábamos en un paraíso no
contaminado, así que algunos alimentos como los germinados de brotes de
alfalfa, cítricos, piña, y otros muy ricos en este nutriente tienen que estar
a diario presentes en nuestra dieta.
Como ejemplo tenemos que los guisantes verdes pierden, al
ser cocinados, un 56 por ciento de sus vitaminas al llegar el momento en que se
sirven a la mesa, pero los enlatados pierden un 94 por ciento y los congelados
un 83 por ciento... de aquí la importancia de no dejarse engañar por la
industria y consumir los alimentos lo más frescos y naturales posible.
CONSUME SIEMPRE FRUTAS Y VEGETALES PROPIOS DE CADA
ESTACION. Quien consume frutas fuera de la estación está consumiendo
alimentos que de seguro han sido sometidos a procesos de conservación (como cámaras
de gases, etc.), y cuyo nivel vitamínico y radiovital es mínimo.
En contra de lo que a menudo se nos quiere hacer creer:
los alimentos congelados siguen perdiendo nutrientes. Aún así el
congelado, debidamente efectuado es la mejor forma de conservación a la que
podemos acudir en caso de necesidad. A 0º F, más de un 50 por ciento de la
vitamina C puede perderse en algunas hortalizas conge1adas en poco más de seis
meses e incluso a bajo 5º F puede perderse un 20 por ciento de la misma
vitamina C a lo largo del mismo período de tiempo.
La mayor pérdida de nutrientes y especialmente de
vitaminas está presente en los alimentos refinados como el pan, el arroz
blanco, el azúcar, etc. En general los alimentos sometidos a procesos de
manipulación industrial pierden como mínimo un 40 por ciento de la vitamina A,
un 30 a 100 por ciento de la vitamina C, un 80 por ciento del complejo B y un 55
por ciento de la vitamina E. A esto hay que sumarle los hábitos nocivos y el
consumo de ladrones de vitaminas, todo lo cual contribuye a que la deficiencia
nutricional sea la regla general y no la excepción en el ciudadano medio.
Como preparar los alimentos y nutrirse conservando al
máximo los nutrientes:
1- Comer tantos alimentos crudos y frescos como sea
posible: Como mínimo
un 75 a 80 por ciento de la dieta debe consistir en alimentos crudos.
Semillas germinadas y jugos licuados de frutas y vegetales son la mejor
forma de aumentar nuestra ingestión de vitaminas.
2- Consumir grasas de buena calidad, puesto que muchos
vegetarianos guiados por un erróneo concepto de que “las grasas son
malas”, apenas las consumen por lo que acaban sufriendo de deficiencias
en vitaminas liposolubles (
es decir, de vitaminas que vienen disueltas en las grasas ). Las mejores
grasas para la dieta higienista ricas en vitaminas liposolubles son el
aceite de oliva y el aceite de germen de trigo, aguacates, aceitunas y
semillas oleaginosas como las nueces, almendras, pistachos, cacahuetes, sésamo,
etc.
3- Adquirir cantidades reducidas de los alimentos
para evitar pérdidas debidas al almacenamiento.
4- No dejes nunca los vegetales en remojo mucho rato
“máximo 5 minutos” para su limpieza. Nunca trocees, peles, cortes ni
desprendas del rabo ( como
las fresas por ejemplo ) antes de lavar tus alimentos. Siempre debes
limpiarlos concienzudamente primero y cortarlos después.
5- Nunca trocees una ensalada ni frutas con horas de
antelación ( como máximo 15
minutos antes de comerlas ).
Frutas como el melón se tornan indigestas si se
preparan así y tienden a fermentar en el tubo digestivo. Tampoco utilices
los restos de una comida cruda para la siguiente. Todo debe consumirse al
instante.
6- Jugos de frutas y vegetales no deben de demorarse
más de 5 minutos entre su licuado y su consumo. Algunos ( como el de rábano, por ejemplo) están completamente
oxidados tras diez minutos de ser licuados. Nunca utilices jugos en
conserva. La licuadora es la mejor inversión que se puede hacer en la
cocina para nuestra salud.
7- Emplea poca agua o el mínimo posible y devolverla
a la comida o beberla aparte para no desperdiciar los minerales y
algunas vitaminas solubles. NO BEBAS NI COCINES CON AGUA DEL GRIFO, el
cloro antagoniza con la vitamina E. Utiliza agua destilada. Recuerda que
la peor forma de cocinar es la fritura, pues es la más tóxica y la que más
destruye y degrada las proteínas, grasas y vitaminas.
8- Cocinar lentamente y a baja temperatura.
9- Mantener los alimentos lo más fríos posible mientras
están almacenados ( frigorífico
).
10- Cocer las patatas sin mondar y dejar las habas y
los guisantes en su vaina hasta el momento de la coción.
11- No dejes los alimentos expuestos a la luz ni al
sol. Por ejemplo los lácteos pierden la riboflavina ( B2 ) a los 10
minutos. Igual proceso ocurre con la miel y otros alimentos. Unicamente
los germinados son una excepción:
¡Ellos se enriquecen con la luz solar!
12- Evita los “antivitaminas” como el alcohol
( uno de los mayores ladrones ), café y té, tabaco
( un cigarrillo te roba 25 mg de vitamina C ), azúcar blanca
( el mayor ladrón de vitamina B1
), estrógenos, sulfamidas y muchos otros medicamentos, abuso de
televisión ( vitamina A ) y
en general todos los hábitos nocivos.
|
||
Acidosis -
alcalinidad
|
PH
ACIDO - ALCALINO
|
Se necesitan muchos minerales alcalinos para neutralizar
los desperdicios ácidos y derivados del metabolismo del azúcar común, grasas,
almidones y dietas de alta concentración proteínica. Cuanto más alta sea la
ingestión de fósforo, más calcio necesitaremos. La carne y los granos de
cereal son muy ricos en fósforo, y con una dieta en donde éstos sean la base,
sin el suficiente calcio proveniente del yogurt y del queso, de la semilla de sésamo,
de las almendras, del perejil, de las hojas ( parte aérea ) de la zanahoria,
del sauerkraut, etc., o de frutas frescas como los higos frescos, los dátiles
secos, las uvas, etc., el cuerpo enfermaría y moriría a causa de la acidosis.
Sólo una
dieta vegetariana, pero escasa en proteínas y almidones, suministra
justamente la alcalinidad necesaria para neutralizar los residuos ácidos
del metabolismo
|
Además de la dieta los mejores medios para el metabolismo
del calcio y la alcalinización del torrente sanguíneo son el aire puro respirado
intensamente y los baños de sol. Los vegetarianos que todavía mantienen una
dieta alta en minerales inorgánicos, procedentes de la degradación de los
mismos durante el cocinado, las aguas duras minerales o del grifo, y los
polvos o pastillitas de minerales comerciales, especialmente calcio y
magnesio, hierro y otros, pueden a veces generar una artritis por acumulación
excesiva de minerales inorgánicos en los tejidos o una arteriosclerosis a una
edad temprana. Cálculos en los riñones y biliares son el resultado de una
ingestión elevada de minerales inorgánicos. Así pues ni vitaminas sintéticas
ni minerales inorgánicos son necesarios, sino todo lo contrario, para una perfecta
salud.
La solución
auténtica al problema de las dietas es la limpieza de todo el cuerpo.
Esto incrementa la permeabilidad de las paredes del cuerpo, piel y células,
permitiendo de esta forma un transporte fácil de nutrientes. Un individuo
desintoxicado puede comer muy poco de alimentos muy simples, tales como
semillas germinadas y fruta, hortalizas, etc., y mantener al mismo
tiempo una salud excelente, fuerza y agudeza mental.
|
Recuerda que las vitaminas no las ha inventado nadie, sino
que ellas tan sólo han sido descubiertas, pues el único laboratorio que
realmente sabe hacer buenas y perfectas vitaminas es el que viene haciéndolo
desde hace millares de años: la
naturaleza.
No hay curas
milagrosas... excepto las curas milagrosas que efectúa la naturaleza
|
Aquí está la Gran Ley de la Compensación. No puedes
obtener algo sin hacer nada. La Salud, y hablo de la Salud más elevada que se
puede imaginar se tiene que ganar...
NADIE PUEDE CURARTE... NADIE PUEDE ALEJAR TU DOLENCIA. La
Salud trabaja con esta gran ley de compensación: CONSTRUIR SALUD REQUIERE DISCIPLINA INDIVIDUAL. Tu
mente y cerebro tienen que hacerse cargo del cuidado de tu cuerpo. Solamente
una mente torpe puede llevar cualquier cosa a tu boca y tragarlo.
Solamente una mente clara, despierta, inteligente y razonable
supervisará cuidadosamente lo que se pone en el estómago...
RECUERDA
QUE LO QUE COMES HOY MAÑANA ANDARÁ Y HABLARÁ
|
El cuerpo humano es un instrumento poderoso y puede
soportar años y años de malos tratos y castigos crueles. Esta situación puede
soportarse hasta el límite, pero entonces viene el día del ajuste de
cuentas…. el cuerpo humano llega al tope de su capacidad para ser cargado
con comestibles no nutritivos que producen sangre sucia. Es entonces cuando uno
pasa a ser víctima en lugar de verdugo de sí mismo, es la hora del estallido
de la enfermedad con toda su fuerza, dolor, angustia y tragedia…. cataratas
que te ciegan o te hacen borrosa la vista…. artritis que endurecen, lesionan y
retuercen los huesos…. , las orejas ensordecen.... las varices atacan las
piernas y las deforman horriblemente…. úlceras se forman en el estómago y
los intestinos... hemorroides
atacan el recto.… éstas son solamente algunas de las 4.000 enfermedades que
pueden hacer de la vida un infierno. Estas cosas trágicas no pasan porque
si,…. son otra vez la ley de la compensación.
LA
ENFERMEDAD NO ES UN LADRON QUE EN LA NOCHE TE ASALTA….
TU Y NADIE MAS QUE TU HAS CREADO LA HORRIBLE CONDICION QUE TE
ESTA ATORMENTANDO A TODA HORA. Tú tienes que decidir que camino vas a
tomar
|
No debemos
obstruir los canales del cuerpo humano. Nuestro cuerpo es realmente un
gran sistema de cañerias... estamos hechos de pequeños canales, como
los capilares sanguíneos, canales medianos como las venas y arterias
y canales grandes como el tubo gastrointestinal y el aparato respiratorio.
A través del canal gastrointestinal, desde la boca hasta el recto, fluye
el alimento y bebida que tomamos
|
Hay un gran
sistema muscular dentro del tubo digestivo que mueve el alimento y lo
hace avanzar a través del mismo. Para mantener esta acción muscular
eficiente,
y así evitar el tan temible estreñimiento, de nada sirve el utilizar
purgantes, laxantes y otros remedios igual de inútiles. El estreñimiento
es la causa básica de numerosas condiciones malignas, y aunque
habitualmente no se le presta la atención que merece resulta imposible
gozar de buena salud si a la vez se está estreñido.
|
Imagina por un momento el beneficio que esas heces
retenidas durante días van a aportar a tu organismo... para evitar esa fuente
de toxemia es importante que te sometas al siguiente programa:
1. Acostúmbrate
a defecar siempre a las mismas horas de modo que el organismo se acostumbre a
este reflejo condicionado. Siempre que te sea posible defeca en cuclillas.
2. Practica la
cultura abdominal. La gimnasia abdominal es en ocasiones el único remedio
para muchos problemas de abdomen puesto que por muy perfecta que sea tu dieta,
los alimentos no pueden tonificar la musculatura de tu vientre. Sólo el
ejercicio puede hacer esto.
3. El alimento
que ingerimos tiene que contener una alta proporción de fibras
( para dar masa al bolo fecal ), humedad y lubrificación. Esto nos lo
suministran los vegetales crudos, y dentro de éstos ninguno nos avuda a corregir
el estreñimiento como lo hace la col fermentada
( Sauerkraut ), además ingiere zanahorias y remolacha roja rallada, apio
y muchos otros más. Hay otros vegetales que cocinados ligeramente también
ayudan mucho a corregir esta condición, tal es el caso del calabacín y la
calabaza. En realidad todos los vegetales crudos contribuyen en mayor o menor
grado a reforzar la correcta función del tubo digestivo. Es por esto que a los
vegetales crudos y a las frutas se les llaman “la escoba de la naturaleza”.
Son absolutamente necesarios los cuidados sobre la perfecta eliminación
intestinal si quieres disfrutar de una salud superior.
Obstrucción del sistema de conductos humanos |
Yo comparto la opinión de Bragg y de Ehret de que
cualquier enfermedad, no importa cómo se llame científicamente, es básicamente
obstrucción del sistema de conductos humanos.
Cualquier síntoma localizado es por eso solamente una
obstrucción local por los venenos tóxicos en este punto en particular.
Cualquier parte del sistema de conductos circulatorios puede obstruirse.
URL:
URL:
Muy importante toda esta informacion.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirla
Impresionante documento. Desde luego, verdades como puños; quien quiere ver que vea. Muchas gracias por compartirlo.
ResponderEliminar